viernes, 13 de agosto de 2010

Y un dia mi cabeza se callo


Las palabras fluían de mi mente como un rió desbordado por pensamientos que me lastimaban, y aun sin herirme cortaban mi carne.
Las llagas profundas del dolor y la soledad me recordaban que seguia existiendo aunque era invisible al resto del mundo. Me sentia vacio, era una coraza vaciá, era el despojo de la humanidad.
Estaba absorto en mi dolor y no dejaba que nadie entre a mi fortaleza de llanto, mis gritos iban dirigidos a los sordos que no escucharían mis plegarias, movía mis brazos pidiendo ayuda delante de los ciegos que no veían mi sufrir.
Me hundía dia a dia en la nada, me convertía cada ves en algo que odiaba, por mostrar sus debilidades.
Era alejado por mis propias ideas del resto, me alejaba lentamente de lo que amaba, y sucumbía ante los deseos de la autodestrucción. Lagrimas que dolian en todo el trayecto hacia mis labios, aquellos labios que solo habían probado la desilucion, manos que no habían acariciado mas que las rigurosas pieles de la nada absoluta y una mente llena de pensamientos que lastimaban a cada momento a un cuerpo que suplicaba perdón.
El a muerto y otro yo renació, por lo menos asi lo vengo creyendo desde hace un tiempo hasta aqui, pero ¿Cuanto durara la felicidad?

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